Scuola YangSheng – Medicina Cinese Tuina Roma
https://www.facebook.com/scuolayangsheng/
EL CONCEPTO DE MERIDIANO EN LA MEDICINA CHINA
Meridianos, una palabra casi familiar a estas alturas, pero ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de meridianos?
Imaginemos el Qi, la energía vital como un gran río que fluye continuamente nutriendo cada zona de nuestro cuerpo; pues los meridianos o canales energéticos son el cauce y los afluentes de este extraordinario río.
No podemos superponer estos caminos a entidades anatómicas, en el sentido occidental, y sin embargo conectan los órganos internos y las diferentes estructuras anatómicas (vasos, piel, músculos, huesos, nervios, tendones), cumpliendo así una función de difusión de la energía vital, en cada parte del cuerpo.
Algunos rasgos «emergen» desde el interior a la superficie del cuerpo, en particular puntos que tratamos con diferentes métodos o diferentes instrumentos: dedos, agujas, martillo, moxibustión…
El término chino Jing-Luo significa «camino de red» y nos ayuda a comprender el sistema de intersecciones energéticas que rodea nuestro cuerpo y sobre todo las conexiones con las estructuras más internas, explicando por qué, al tratar las externas, obtenemos efectos que se propagan profundamente a nivel el nivel de las funciones fisiológicas de órganos y vísceras.
Fajin – Taijiquan e cultura orientale
https://www.facebook.com/taichipalermo/
EL CUERPO YIN/YANG
El principio Yin/Yang se utiliza en China para comprender todos los aspectos de la realidad. También es aplicable al cuerpo humano y a todo tipo de movimiento que sea capaz de producir.
¿Por qué deberíamos interesarnos por este fenómeno?
En pocas palabras: es fundamental para comprender la naturaleza íntima del movimiento marcial.
En Taijiquan se suele repetir que el objetivo al que apunta la práctica no es el aprendizaje de formas y técnicas, sino la construcción del «cuerpo Taiji», y el término Taiji no significa otra cosa que Yin/Yang, la relación y el equilibrio. de opuestos.
Por tanto, debemos aprender a comprender y encontrar la armonía en lo opuesto y lo complementario, identificándolo en las diferentes partes del cuerpo y en las diferentes fases del movimiento.
Sabemos que el cuerpo se mueve en el espacio, gracias a la alternancia y coexistencia de contracción y relajación, tensión y relajación de los músculos. Si luego queremos subrayar los aspectos dinámicos y cíclicos de movimientos esenciales como caminar o correr, nos damos cuenta de que el principio «Taiji» se realiza como «impulso (Yang) y oscilación (Yin)».
Cuando caminamos, un pie y el respectivo miembro presionan el suelo, mientras el otro avanza balanceándose con flexibilidad; inmediatamente después, se invierten los roles.
Por tanto, un pie «se llena» de peso, mientras que el otro «se vacía»;
los músculos de una pierna se contraen, mientras que los de la otra se relajan.
Junto a la pierna que avanza ingrávidamente, también se balancean los brazos, el brazo derecho avanza ondeando junto con la pierna izquierda y viceversa. Nadie puede negar que en este proceso existe una perfecta alternancia Yin/Yang y para entender lo importante que es esta armonía basta con intentar caminar balanceando los brazos homolateralmente, es decir, avanzando el brazo derecho junto con la pierna derecha y luego su brazo izquierdo junto con la pierna izquierda. Te sentirás torpe e incómodo, una especie de «robot humano».
Dentro del principio de armonización «Taiji», están contenidos implícitamente muchos otros conceptos fundamentales de las artes marciales: cómo armonizar lo duro y lo suave, lo lento y lo rápido en el movimiento (características que generalmente son alternas); o cómo equilibrar lleno y vacío, abierto y cerrado. Estas características son dinámicas y se encuentran en continua alternancia, pero deben estar constantemente copresentes. Comprender el Yin y el Yang dentro de la estructura corporal no es nada sencillo. Para dar un ejemplo práctico, podemos utilizar la actitud «repelente» del Taijiquan.
Desde la perspectiva de expandir/contraer o abrir/cerrar vemos que el brazo delantero, que intercepta, es Yang mientras que el brazo trasero es Yin; en consecuencia, los intercostales del lado anterior también están «abiertos», mientras que del otro lado están «cerrados»; en relación a lleno/vacío, el pie delantero es Yang (donde hay más peso) y el pie trasero es Yin. Esta relación, sin embargo, se invierte si pensamos en la “conexión y ascenso de la fuerza” que parte del pie trasero (al estar activo es Yang); éste, después de pasar por las caderas y la pierna delantera, «cae y rebota pasivamente» sobre la pierna delantera y el pie, que por tanto -limitados a esta relación- son Yin.
La fuerza (Yin), pasando por la espalda y los hombros, llega luego al brazo bloqueador (expresándose en forma Yang).
¿Complicado? Tal vez. Pero crecer en la práctica significa gestionar muchas cosas de forma sutil y una de las más importantes es «cómo equilibrar y armonizar los opuestos en el cuerpo y el movimiento».