Shiatsu, término derivado de las palabras japonesas «shi» (dedo) y «atsu» (presión), es una técnica de acupresión sobre el cuerpo que utiliza la presión de los dedos, así como de las palmas de las manos, los codos e incluso la rodillas y pies, para estimular las vías energéticas del cuerpo llamadas «meridianos». Arraigado en antiguas tradiciones japonesas e influenciado por conceptos de la medicina china, el Shiatsu ofrece un enfoque holístico de la salud y el bienestar.
¿Qué es el shiatsu?
Orígenes y evolución
El shiatsu tiene sus raíces en la técnica tradicional japonesa llamada «Anma». Sin embargo, mientras Anma se centraba más en masajear músculos y ligamentos, Shiatsu enfatizaba la importancia del flujo de energía. Con el tiempo, los practicantes de Shiatsu han incorporado los principios de la Medicina Tradicional China (MTC), incluidos los conceptos de Qi (energía vital) y meridianos (vías energéticas).
¿Cómo funciona el Shiatsu?
El Shiatsu se basa en la tesis de que el cuerpo contiene una fuerza o energía vital llamada Qi. Cuando esta energía fluye libremente, los individuos experimentan un buen equilibrio. Sin embargo, las interrupciones o bloqueos en este flujo pueden provocar enfermedades o dolencias. Shiatsu tiene como objetivo restaurar y mantener el equilibrio del Qi estimulando puntos meridianos específicos, mejorando las capacidades curativas naturales del cuerpo.
Técnicas y prácticas
Durante una sesión de Shiatsu:
Evaluación: El practicante generalmente comienza evaluando el estado energético, el estilo de vida y la condición física actual del cliente.
Aplicar presión: utilizando los pulgares, los dedos, las palmas, los codos y las rodillas, el operador aplica presión en puntos o áreas específicas del cuerpo. La presión puede variar de suave a firme.
Estiramiento: Shiatsu también incluye estiramientos y rotaciones de articulaciones para mejorar la flexibilidad y el flujo de energía.
Respiración: los clientes pueden ser guiados en patrones de respiración específicos durante la sesión para fomentar la relajación y el movimiento de energía.
Beneficios del shiatsu
Reducción del estrés: El Shiatsu puede ayudar a calmar la mente, reducir la tensión y promover la relajación.
Alivio del dolor: al abordar los bloqueos de energía y la tensión muscular, el Shiatsu puede aliviar el dolor causado por diversas afecciones como migrañas, artritis y ciática.
Salud digestiva: El Shiatsu puede mejorar la digestión estimulando la zona abdominal y favoreciendo el flujo de energía a lo largo de los meridianos digestivos.
Circulación mejorada: la terapia aumenta el flujo sanguíneo, ayudando en el proceso de desintoxicación y mejorando la vitalidad general.
Equilibrio: El Shiatsu favorece el equilibrio físico y emocional, fomentando una sensación de bienestar.
Shiatsu versus otros masajes
Aunque el Shiatsu comparte similitudes con otras terapias de masaje, su énfasis en el flujo de energía lo distingue. A diferencia de los masajes suecos o de tejido profundo, el Shiatsu no utiliza aceites ni cremas y se realiza con el cliente completamente vestido. Además, mientras que otros masajes pueden centrarse más en la relajación o el alivio muscular, el Shiatsu concede la misma importancia al bienestar físico, emocional y espiritual.
Qué es el Shiatsu: conclusión
El Shiatsu es mucho más que un simple tratamiento: es un viaje holístico que estimula las capacidades innatas de autocuración del cuerpo. Al reconocer y abordar los desequilibrios energéticos, el Shiatsu ofrece un camino único hacia el equilibrio energético y la armonía. Ya sea que esté buscando alivio para una dolencia específica o una forma de mejorar el bienestar general, el Shiatsu podría ser una adición beneficiosa a su régimen de cuidado personal.